CUANDO HAYAS AMADO
por Primitivo Oliva
Cuando hayas amado
sin reserva
sin techo
sin reductos,
el universo se transforma, pierden
las noches y los días su contorno,
el tiempo su medida
y el sol está en contacto con tus dedos.
Cuando te has sentido diluir
en la mirada suya, cuando
esos ojos han sido, serán
son
la luz de tu horizonte y te acaricia
su voz, con claridad de primavera;
su sonrisa
la imagen de su rostro
te acunan un segundo antes de entrar al sueño,
y antes de abrir los ojos
tu mirada transita evocación
al último recuerdo de la suya.
Cuando así hayas amado:
con la fuerza de un grito,
hasta tu más recóndita neurona
y todo
aquello que no pensaste percibir;
hasta las silenciosas fibras de la carne,
y todas
las tormentas turbando tus sentidos.
Sólo entonces puedes clamar:
¡He amado!
Y expresarlo con gozo
de lágrimas alegres,
como siente el atleta que conquistó esa cima
donde la paz y luz están presentes,
aunque pueda haber ráfagas de viento.
No lo busques. No hay nada
más allá del amor:
Ese delirio
tan fuerte que te puede hacer sufrir,
tan débil que pudiera
romperse con el eco o la caricia
de un beso tras la esquina del destino,
tan grande que allí donde se esté siempre el está
tan pequeño que va en tu corazón
y sólo tú conoces su importancia.